Descripción
Can May Vell es una preciosa casa de pueblo aislada ubicada en las afueras del pequeño pueblo de Foixà, rodeada de 6.000 m2 de encinas, pinos, vid y olivos, en un escenario típicamente mediterráneo. La construcción original data del siglo XVII. Posteriormente ha sido rehabilitada y ampliada conservando la esencia original y creando nuevas estancias. Pensada para ser disfrutada en cualquier época del año, cuenta con gran jardín con zonas de hierba, un bosque silvestre, olivos, cipreses, una piscina con impresionantes vistas al paisaje y al mar en el horizonte, además de un porche y zonas de chill out exteriores que invitan al relax y a largas charlas y encuentros en buena compañía. El interior de la casa combina la tradición y la sencillez con la comodidad y la modernidad. Todas las estancias, incluidos todos los dormitorios, tienen aire acondicionado y bomba de calor. En la planta baja, nos da la bienvenida un recibidor que da acceso a la sala de estar equipada con una chimenea del arquitecto y diseñador catalán Coderch, un comedor con una lámpara de araña de principios del siglo XX y un práctico aseo con paredes de piedra. Las vistas desde la sala de estar son espectaculares e invitan a pasar largas horas disfrutando del paisaje y del mar. Esta planta cuenta también con un pequeño apartamento que integra un dormitorio con baño completo privado, salita con TV, biblioteca, chimenea y salida al exterior. En la primera planta se encuentran cuatro de los seis dormitorios de la casa, todos ellos exteriores y con baño en suite, excepto uno de ellos que comparte el baño con la única habitación de la segunda planta. Se encuentra también una pequeña terraza con un banco de piedra corrido desde donde se divisa una vista panorámica desde L’Escala hasta Begur y se vislumbra el faro de San Sebastian. Un lugar de ensueño para disfrutar de las noches estrelladas. En la torre, situada en la segunda planta, está ubicado el sexto dormitorio doble, con vistas excepcionales. Can May Vell es un lugar que transmite paz y tranquilidad, alejada del ruido y las prisas pero ubicada en un punto estratégico para visitar el Ampurdán, a penas a 20 minutos en coche de sus increíbles calas y playas. Desde la casa pueden hacerse agradables caminatas, paseos en bicicleta y visitas a lugares de interés histórico, gastronómico y artístico de la zona. Asimismo, se brinda la oportunidad a los huéspedes de participar en catas de vino y aceite dirigidas por una famosa somelier de la zona así como sesiones de pintura organizadas por un conocido pintor gerundense, entre otras.