Camping Zamek Podewils

Un lugar perfecto para quienes buscan escapar del ajetreo cotidiano. Se puede pasar un día perezoso paseando por el lago del castillo (un sendero educativo de la Comisión Forestal de Polanów), pescando (no estoy seguro de si hay peces) o sin hacer nada con un libro en la mano. El restaurante del castillo sirve comida deliciosa. Todo el complejo era excepcionalmente tranquilo, aunque el hotel del castillo estaba lleno de huéspedes. No sé si nos encontramos por casualidad con unos compañeros de acampada cultos a los que les gustaba el silencio, el canto de los pájaros y el croar de las ranas, o si está escrito en el reglamento del camping (no lo leímos), pero nadie molestó a los demás en su zona de confort ni impuso su afición a la música disco polo. Sólo había un aseo con ducha a disposición de los campistas, pero no había ningún problema de accesibilidad: la limpieza era impecable. El día que dejamos el camping se puso en funcionamiento otro cuarto de baño.