Bungalows en Madrid

Me encantó!

La casa es preciosa, comida muy bien equipada y localizada en una zona ideal cerca de la montaña, la anfitriona estuvo muy atenta siempre de nuestras necesidades.

Una experiencia muy recomendable. El lugar tiene mucjo encanto y está bien cuidado, los anfitriones son muy agradables y serviciales. En general ha sido una experiencia para repetir y la zona cuenta con muchos lugares que visitar cada cual más llamativo que el anterior, lo recomendaríamos sin dudarlo.

Hemos estado muy tranquilos y con cero ruido. La casita pequeñita pero muy cuca, lo justo para los que ibamos. Está algo viejita ya, abría que reparar ciertas cosas como los enchufes que están pegados con cinta aislante, las mosquiteras todas rotas y no puedes abrir las ventanas porque luego hay hormigas en la cama y un millón de miscas, y la limpieza se podría superar, porque en las camas había pelitos, no se si de perro o persona porque eran muy cortos. Y polvo en muchos lados. También debería haber unos enchufes anti insectos o un bote de insecticida porque aunque estemos en el campo yo maté de todo encima de la misma cama. Y tuve que salir a comprar uno. Le pedí la wifi por wasap a la anfitriona Patricia y ni recibí una respuesta, así que WiFi no hay como exponen ni cafetera porque estaba rota sin filtro. Pero luego por otro lado el señor Ángel, el anfitrión nada mas llegar y comunicarle que el aire acondicionado estaba roto enseguida llamó y al dia...

Lo pasamos genial !

El sitio es espectacular, mucha naturaleza y tranquilidad. Todo cerca, el pueblo esta muy cerca y cuenta con todos los servicios. El camino para llegar al alojamiento esta muy bien. Repetiremos, el paraje donde se encuentra es increíble.

El sitio espectacular, el trato mejor aún. Totalmente recomendable, para repetir..no falta detalle!

El sitio es ideal para desconnectar del día a día y para conectar con la naturaleza. La cabaña esta muy bien equipada, todo lo necesario para pasar unos días y poder cocinar o comer en casa. El lugar esta bien ubicado, a 5min del pueblo por si quereis ir a cenar o comer fuera de la cabaña. La única pega es que em agua caliente dura poco tiempo, aún así tienes timpo para una ducha tranquila. La calefacción está puesta al llegar y ella sola se regula, hay momentos en los que hace algo de frío en la cabaña, pero por la noche siempre están encendidos y se está calentito. Los caseros muy amables y sin prisas para la hora de la salida. Recomendable ir a ver el nacimiento del río Cuervo, está a unos 50’ en coche desde las cabañas pero vale la pena el lugar y el trayecto, ya que todo está rodeado de naturaleza y unas vistas preciosas. Muy buena experiencia.

El entorno era encantador, con unas vistas increíbles. El resto de casas están cerca pero todos tienen su espacio y no te cruzas con nadie, por lo que es muy tranquilo. La casa estaba totalmente equipada y muy bonita y bien conservada. El porchecito es ideal ya que nos llovió un día pero gracias a él puedes estar fuera sin problema porque no te mojas. Por poner alguna pega, la nevera olía un poco mal aunque estaba limpia así que el olor vendría de algo que no se veía. La casa en general estaba limpia pero detalles como algún mueble con polvo o los espejos, hacen que la casa no fuese un 10, pero repetiría sin duda. Julián, el chico que se encarga del mantenimiento era muy agradable y dispuesto a ayudarte.

Nos encantó. Un lugar para desconeztar y disfrutar de la naturaleza, un autentico descubrimiento. Repetiremos seguro.

Un sitio con encanto. Necesita un mantenimiento general en las zonas comunes, pero se puede pasear por ellas y disfrutar de las vistas, como bien nos explicó el anfitrión. La casa esta muy bien ubicada, con barbacoa propia y luego otra común. Un sitio ideal para desconectar

Hemos estado muy a gusto y todo bien organizado. Nuestro teepee estaba bien aislado y se estaba muy calentito dentro. Además podías hacerte café y contábamos con una mini-nevera dentro. La zona del comedor muy bien aclimatada también. La zona de WCs y duchas están en diferentes módulos y a una punta del camping del otro, algo que puede ser un poco engorroso, sobre todo con lluvia como nos pasó, aunque la ventaja era que tenías tanto wc como ducha personal, con acceso con llave, y eso es positivo. Además los módulos estaban siempre calentitos porque tenían estufa. Para mí (y esto es más personal), la "pega" más grande es que al ser pet-friendly, los perros están sueltos, algo que personalmente no me gusta porque no sé cómo de educados están y me genera estar intranquila en espacios que yo también comparto.