Casa Rural Ribadesella

Genial el sitio es muy bonito y tranquilo. Seguro que volveremos!!!

La casa es preciosa y acogedora. ¡Ami súper atenta y agradable! Repetiremos seguro :)

Es un sitio precioso, tienes muchas actividades para hacer como darte un masaje, sauna, bañera nórdica. Una piscina con vistas a la montaña. Tienes un espacio con barbacoa, mesas de madera todo dentro de una carpa enorme con sitios para sentarte y disfrutar de una comida un café o simplemente las vistas en un alto balcón con puffs. Te traen todos los días el desayuno en una cestita en la que tú has elegido previamente lo que quieres y puedes cambiar o añadir cosas. También dispones del restaurante gota que está pegadito y tienes para hacer brunch y también dispones de diferentes comidas y menú de otoño. En definitiva es un sitio precioso, el pueblo es muy bonito y puedes pasear y hacer diferentes rutas. Sin duda volveremos.

Nosotros estuvimos allí dos noches y no salimos casi del hotel ni del pueblo. Probamos los masajes que ofrecen en el hotel relajantes y disfrutamos de las instalaciones y el restaurante. La única pega era que las sillas de las terrazas y el sofá son algo incómodos. La cama también nos resultó incómoda porque no solemos dormir en colchón viscolasticos

Muy acogedora, la casa muy limpia y con todo lo necesario. La anfitriona Ami, muy atenta y servicial. Repetiremos seguro !!

La gente muy amable, el desayuno no estaba mal. Debería estar mejor señalizado la subida a la casa porque las calles son muy estrechas, y la casa un pelín mejor equipada y aunque fuera una alfombrilla para limpiarte las zapatillas.

Un lugar idílico , si quieres desconectar, la casa está decorada con mucho gusto, es muy cómoda, súper limpia y tiene todo lo necesario para pasar unos días muy agradables. Todo funciona muy bien, la calefacción, el wifi, la chimenea. La anfitriona, te espera a la llegada, te enseña , está pendiente para que no te falte nada. Desde luego pensamos volver.

Ángel es una persona muy implicada y todo el tiempo mantiene una buena comunicación. Me proporcionó con detalle todos los sitios que podía conocer. La casa es muy acogedora y silenciosa, muy llena de paz que es exactamente lo que buscaba

Una casa de 10. Limpia, cómoda y con todo lo necesario. La anfitriona majisima y muy detallista. Si volvemos por esa zona, volveremos sin ninguna duda.

Nuestra estancia en Mu de Munay no podría haber sido mejor. Gerard y Macarena (y sus perritas) nos hicieron sentir como en casa. Los alrededores son de ensueño y la cabaña perfectamente equipada y con ese toque de “hogar” que marca la diferencia. Lo recomendaríamos sin duda y, es más, nos hemos propuesto volver.

La casa, el jardín, el entorno... todo es un sueño. Estás súper preparada para ir en grupos grandes, con una súper equipada arriba y otro espacio mas para comer y compartir en la parte de abajo. El jardín está súper cuidado. Hicimos yoga, instalamos una red y jugamos al bádminton, ¡lo que se te ocurra! Tiene paellera y barbacoa así que las comidas de celebración están resueltas y María, la anfitriona es súper amable y está para ayudarte en lo que necesites. El detallazo de cocinarnos un bizcocho casero y traernos una barra de pan de pueblo fue la guinda. Además, está cerca de una playa preciosa y de la ruta de la cascada de la Mexona, que es espectacular. Sin duda, la casa perfecta para pasar unos días en la mas pura desconexión ¡y super cerquita del aeropuerto! Gracias, por todo, María. ¡Este fin de semana nos lo llevamos para el recuerdo!

Hermosa vista. La casa es muy cómoda y está bien equipada. Estancia muy tranquila. Uno de los mejores lugares en los que nos hemos alojado y realmente no queríamos irnos.