Descripción
Las casas adosadas de madera de Karpacz encajan perfectamente con los antiguos edificios característicos de la región, creando un ambiente único de las montañas Karkonosze. Alejadas del bullicio del centro de la ciudad, están situadas en su límite, rodeadas de pintorescos campos y granjas donde pastan los animales de los granjeros locales. Los interiores de madera de las casas, repletos de muebles de estilo, crean una atmósfera montañesa única, que hará las delicias de todo amante de la naturaleza y de la tradición de Krkonoše. Desde las terrazas de las casas, se puede salir directamente a un gran prado, desde donde hay una vista encantadora del macizo de Śnieżka y la cresta Kowary de las montañas Krkonoše. Si la visibilidad es buena, se puede ver el emblemático chalet Dom Slaski, así como tres de los cinco circos glaciares de Krkonoše: Caldera Lomniczka, Caldera Mała Staw y Caldera Wielki Staw. Sobre ellos se alzan majestuosas formaciones rocosas como el Girasol y Pielgrzymy, que son el símbolo de estas montañas. Los excursionistas más experimentados tampoco se perderán la vista del pico más alto de las estribaciones de Krkonoše: el Czoło. Justo detrás del prado se alza la majestuosa Ksi±¿a Góra, cuya rica historia interesará sin duda a cualquier buscador de leyendas y misterios locales. En el mismo prado, los huéspedes pueden encender una hoguera y pasar la noche al resplandor de las llamas, admirando el cielo estrellado y respirando el aire puro de la montaña.