Descripción
Para algunos, Janopole es un pueblo más entre los campos de Mazovia, donde reina la tranquilidad y el paisaje no destaca. Para mí, sin embargo, es un lugar lleno de singularidad, lleno de recuerdos y magia. Permítanme mostrarles cómo veo este lugar. A mis ojos, Janopole es una pintoresca carretera entre los árboles que conduce a Siedlisko, un campo de lavanda en un resplandor púrpura, un prado rebosante de vida donde las abejas bailan en el aire. Aquí, a la sombra de los árboles, cuelgan hamacas donde los huéspedes se relajan, y la tranquilidad de la zona inunda el aire. Nada más cruzar la puerta, te reciben Darek y Dragon, mis fieles perros, que hacen de anfitriones con una sonrisa, mostrando los terrenos a los nuevos huéspedes. Los terrenos, que se extienden a lo largo de 1,5 hectáreas, donde tres espaciosas casas han encontrado un hogar, así como dos pequeñas, a las que sólo se puede acceder en verano. La construcción de estas casas fue algo especial para mí: junto con los montañeses las levantamos desde cero. Los hombres se encargaron de la construcción, yo puse mi corazón en cada detalle de los interiores. Entre los árboles, hay una sauna, una cocina forestal, un cobertizo para barbacoas y un estanque lleno de peces. Es un centro de relajación y diversión. Los niños suben a la torre de observación entre los árboles y los adultos se reúnen alrededor del fuego, bebiendo vino de mi viñedo. En invierno, es el momento de recoger uvas, y en verano, setas. Sólo hay que bajar a las terrazas para encontrar las rollizas calabazas butternut. Janopole es un lugar que combina la tranquilidad de la naturaleza con la energía de la gente que lo visita. Los corzos revolotean por los prados y el encuentro con un alce en la carretera es cosa de todos los días. Aunque es un lugar tranquilo, sigue estando cerca de la ciudad, a sólo una hora en coche de Varsovia. No necesitas nada más, excepto a ti. Haz las maletas, llévate a tus hijos y amigos, y ven a disfrutar de una dosis de aventura en el bosque y un soplo de aire fresco. Estás cordialmente invitado.