Descripción
Te invito a una escapada única a un mundo de silencio, naturaleza y nostalgia. A menos de una hora en coche de Varsovia, en una suave colina con un viñedo, hay un lugar apartado que puede calificarse de verdadero refugio para dos. Rodeado de vegetación, donde el panorama de la laguna Novomiejski y los paisajes forestales tejen un cuento para los sentidos, descubrirá un espacio lleno de historia y encanto. Una casa de viña sobre cimientos de piedra, envuelta en densa hiedra, le tienta con su propio estanque y su playa íntima. En el interior, se respira un aire de lujo rústico: muebles macizos de alerce, paredes encaladas, suelos de ladrillo y vigas en bruto en el techo, con las huellas de antaño y de la artesanía. En el salón, la cocina de azulejos situada en el centro añade magia además de calidez - se pueden cocinar platos sencillos u hornear pan en ella, transportándote con tus pensamientos a tiempos pasados. Un aparador repleto de cerámicas, vasos y vasijas de cobre bañados en brillantes reflejos completa esta atmósfera de cuento de hadas. El dormitorio del entresuelo, con su gran cama de alerce, le invita a veladas llenas de relax e intimidad, todo ello complementado con encantadoras contraventanas de madera. Situado junto al agua, rodeado de vegetación y muy cerca de un viñedo, este chalé de 40 metros cuadrados es un lugar en el que cada detalle propicia un descanso del ajetreo de la vida cotidiana. El terreno de 1,5 hectáreas, entre huertos y jardines, se abre a las vistas del valle del río Sona, prados y extensos bosques. El viñedo también da acceso a la orilla de la propia laguna, creando unas condiciones ideales para pasear y contemplar la naturaleza. Aunque nuestros residentes permanentes -un caballo, gatos y un perro- harán ocasionalmente honor a una visita a través de la valla, no podemos invitar a sus mascotas.